¡Llegada a la magnífica Ciudad de México!
Teotihuacan, donde podremos subir a la majestuosa Pirámide del Sol y Pirámide de la Luna.
Tulpetlac, la iglesia de la quinta aparición de Juan Diego.
Catedral Metropolitana en el centro de la ciudad colonial, la catedral más grande de América.
Museo Frida Kahlo en el barrio bohemio de Coyoacán, donde Frida nació y vivió la mayor parte de su vida.
¡Siempre hay tiempo para churros con chocolate!
Hoy nos dirigimos al sureste hacia Puebla. La primera parada es el Santuario de San Miguel del Milagro, donde San Miguel se apareció a Diego Lázaro en 1631.
Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, donde en 1541 Nuestra Señora se apareció a Juan Diego Bernardino (sin relación con la fama de Juan Diego de Guadalupe).
Iglesia de Santa Maria Tonantzintla. El exterior de esta iglesia del siglo XVI puede ser simple, pero en el interior espera una explosión de color. Para facilitar la conversión al catolicismo, los monjes franciscanos incorporaron elementos de la diosa local Tonantzin.
Puebla fue fundada por los españoles a principios de la época colonial, y estalla bastante con adornos barrocos y los colores de sus famosos azulejos de Talavera.
Catedral de Puebla. La construcción comenzó en 1550, pero la mayor parte tuvo lugar bajo el obispo Juan de Palafox en la década de 1640. Con 69 m, las torres son las más altas de México.
Iglesia de Santo Domingo en Puebla. Su Capilla del Rosario es una de las capillas barrocas más hermosas de México.
Hoy nos dirigimos al sur hacia Taxco. Esta hermosa ciudad colonial, ubicada en una empinada ladera con estrechas calles adoquinadas, fue el centro de la minería de plata en el siglo XIX.
Catedral de Cuernavaca. Hernán Cortés ordenó la construcción de esta catedral y, al igual que su palacio, sirvió de fortaleza. La fachada puede darle una sensación de aprensión, especialmente cuando ve la calavera y las tibias cruzadas sobre la puerta.
Iglesia de Santa Prisca en Taxco, una de las iglesias barrocas más impresionantes de México. La fachada tallada está eclipsada por el interior, con santos con hojas de oro y ángeles querubines asombrosamente intrincados. Misa de despedida.
Exploraremos los jardines flotantes de Xochimilco, donde los aztecas cultivaban gran parte de su comida, a bordo de una trajinera típica.
Alternativamente, visitaremos el Museo Nacional de Antropología, que alberga una de las mejores colecciones arqueológicas del mundo.
¡Adiós México!