Después de la caída del imperio azteca, los conquistadores españoles marcharon hacia el norte y descubrieron plata, oro, hierro, plomo, zinc y estaño. El área se convirtió en la más rica de México, repleta de opulentos palacios, iglesias y conventos de estilo español.
Las llamadas Ciudades Coloniales, muchas de ellas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, incluyen Querétaro, San Miguel de Allende, Guanajuato, Guadalajara y Morelia.
La ruta colonial se puede realizar en auto desde la Ciudad de México.