Las selvas de El Petén fueron una vez el corazón de la civilización maya. El imperio en expansión, que incluye partes de México, Belice, Honduras y El Salvador, estuvo una vez formado por una red de ciudades que albergaba a cientos de miles de personas, pero hace un milenio esta fascinante civilización entró en un misterioso declive, y los templos fueron tragado por la jungla. La Reserva de la Biosfera Maya cubre la parte norte de El Petén, y con México y Belice forma un refugio de vida silvestre de 30,000 kilómetros cuadrados.